Hace poco vino a mi casa un amigo para pedirme el favor y le duplicara un DVD. Sorpresa para el cuando nos sentamos delante de mi PC y al presionar el botón de encendido, en apenas 5 segundos apareció la pantalla de Inicio de Windows 8.1, por lo que de una vez comento que si la velocidad de carga se debía a Windows por lo que le aclare que se debía más al disco duro que tiene mi PC.
Los discos SSD incrementan el performance de los equipos
Son lo mejor que le pasó a las computadoras personales y quizás la innovación más grande en cuanto a hardware después de la introducción de las placas aceleradoras de video por 3DFX allá a mediados de los años ‘90. Los SSD han llegado para quedarse y son sin lugar a dudas la primera opción que un usuario tanto de PC’s de escritorio como de portátiles tiene que analizar si quiere mejorar la performance inclusive antes que aumentar la memoria RAM.
Pero a pesar de estar ya hace varios años en el mercado, el precio de los mismos todavía suele ser bastante superior al de los “discos comunes” (mecánicos). Más países cómo el nuestro que entre las tasas de importaciones, el cambio y el porcentaje que se lleva el importador un simple SSD se vuelve una compra importante. Esto genera cierto “miedo” en el comprador que, al tener que desembolsar un buen número de billetes suele “tirarse para atrás” cuando lee malos comentarios y ciertos mitos al respecto de la vida útil de los nuevos “reyes del almacenamiento”.
¿Será cierto que duran poco como muchos dicen?
Mi experiencia con esta tecnología es por demás satisfactoria. Debo decir que no fui de los primeros en instalar discos SSD y si bien tengo solamente 2 discos SSD OCZ Vertex 450 de 512GB lo cierto es que nunca he tenido un problema, es por eso que toco madera. Obviamente hablar de la performance de este tipo de discos a esta altura es ser demasiado redundante y solo basta decir que son “un cohete” tanto los actuales como los anteriores que tenia, unos Vertex 4 de 256GB y una cosa si me ha quedado clara y es que los actuales discos SSD son tan durables como los discos rígidos convencionales o hasta más.
Limitada capacidad de almacenamiento
Si bien es cierto que en un principio, los discos SSD eran de capacidades reducidas de entre 32 y 64GB ya que eran pensados más para portátiles o como disco de arranque que como discos principales, ahora es fácil conseguir discos de 128, 256 y 512GB que si bien es cierto que no se comparan con los 1.5 a 3TB de un disco mecánico, no es menos cierto que por un lado, la mayoría de los usuarios depositan su confianza y su vida en los discos duros al no realizar respaldo y almacenar cuanta basura se les antoja por la gran cantidad de espacio de almacenamiento que brindan, pero si fallan, le pueden decir adiós a la información y déjenme decirles que la diferencia de velocidad tanto de lectura como de escritura es abismal entre uno y otro.
¿Cual comprar?
En el mercado, se consiguen varias marcas y modelos de lo cuales puedo mencionar OCZ, Corsair, Kingston, Intel y Samsung entre otros, cada uno, ofrece varios modelos dependiendo del uso que se le quiera dar así como la capacidad de almacenamiento, en general puedo decir que para un usuario normal, es más que suficiente un disco de entre 128 y 256GB, por otro lado, si en realidad se requiere de mucho espacio de almacenamiento, se pueden colocar uno o dos discos SSD para el arranque del sistema, chache del sistema e instalación de aplicaciones y aparte se pueden usar discos mecánicos para almacenar datos.
Cada usuario tiene necesidades y requerimientos distintos por lo que el tamaño limitado de los discos SSD no es un inconveniente y si deciden instalar uno, verán la diferencia.
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