No hace mucho que un numero significativo de usuarios, dejaron Windows 7 para migrar a Windows 8, en el caso de los usuarios domésticos no es traumático, pero si es un dolor de cabeza para los IT a la hora de probar compatibilidades o posibles deficiencias cuando se habla de migrar un numero considerable de equipos con diversas características y software instalado. El punto es que ha pasado muy poco tiempo y ya vimos primero un Windows 8, luego el 8.1 que fue la apuesta de Microsoft para congraciarse con muchos usuarios que se quejaban de la falta del botón de inicio y ahora la salida de Windows 10.
Ni Windows 9, ni Windows TH (Treshold). Microsoft ha decidido dar el salto directamente a Windows 10. El motivo: la compañía estadounidense considera que los cambios que introducirá en este sistema son lo suficientemente grandes como para obviar Windows 9. Una de las claves de este nuevo sistema será la vuelta del menú de inicio al escritorio. Eso sí, este nuevo menú incluirá unos iconos similares a los de la pantalla principal de Windows 8. También contaremos con una vista de multitarea para cambiar más rápido entre las diferentes aplicaciones. Además, se ha rediseñado este sistema para que exista una mayor cohesión entre la plataforma de escritorio y la interfaz Metro del anterior sistema.
Detalles de Windows 10
Como se venía adelantando en las últimas semanas, Windows 10 traerá de vuelta el menú de inicio. La compañía ha dado un paso atrás en su intención de abandonar este menú tras las continuas críticas. Eso sí, el nuevo menú de inicio quiere combinar el concepto tradicional con los iconos grandes de la interfaz principal de Windows 8. Así, podremos ver una lista con los programas y también iconos dinámicos con elementos como el tiempo, el correo o el calendario. También se recupera un recuadro de búsqueda rápida dentro del menú de inicio que nos permitirá buscar archivos, apps o páginas web desde un mismo lugar.
Otra de las claves de este sistema es la mejora en la coherencia entre la plataforma de escritorio y las apps. Ahora, cuando abramos una aplicación de la tienda de Microsoft aparecerá en forma de ventana dentro del escritorio. Podremos manejar estas ventanas con facilidad, cambiando su tamaño o moviéndolas a través de la pantalla. Además, en el caso de que queramos utilizar el dispositivo a través de una pantalla táctil podremos ver los distintos iconos dentro del escritorio de una forma similar a lo que veíamos en la interfaz Metro de Windows 8 (como se puede ver en la fotografía superior).
Además, también se ha mejorado el uso de la multitarea en la pantalla principal. Ésta es una de las opciones que llegaron con Windows 8, pero en vez de dos aplicaciones ahora podremos utilizar la pantalla partida con cuatro aplicaciones al mismo tiempo. El propio sistema nos ofrecerá sugerencias inteligentes para completar el espacio cuando no estemos utilizando todas las apps. Por otra parte, la productividad se mejorará con una función muy interesante. Se trata de la opción de tener abiertos varios escritorios al mismo tiempo y cambiar entre ellos con apenas un par de clicks. El uso de varios escritorios nos permitirá contar con funciones y aplicaciones diferentes en cada uno de ellos.
El objetivo de coherencia permitirá que Windows 10 se adapte a diversos dispositivos como ordenadores, tablets, servidores e incluso smartphones o la Xbox. A nivel empresarial, contaremos con un sistema en el que se puede hacer uso de contenedores que separen las aplicaciones de los archivos, de forma que si se produce una amenaza el daño que produzca en la estructura empresarial sea menor. Además, cada organización será capaz de personalizar su propia tienda de aplicaciones según sus necesidades. Se ha anunciado que muy pronto esté disponible la versión técnica previa de Windows 10 para descarga, pero para el lanzamiento definitivo de este sistema habrá que esperar hasta la primavera del año que viene.
¿Te cambiarias a la nueva versión?
Microsoft esta dando los pasos que al parecer parecen ser oficiales y son el de ofrecer la nueva versión de Windows de manera gratuita a los usuarios de Windows 8 a manera de una actualización. Esto haría más atractiva la idea de migrar a la próxima versión pero siguen las interrogantes que se plantean al ver el poco tiempo entre el lanzamiento de una y otra versión de Windows, antes de Windows XP, prácticamente lanzaban una nueva versión de Windows cada año, entre Windows XP y Windows Vista hubo un periodo de unos 6 años y dos más para Windows 7 y tres años más para Windows 8.x.
¿Los sistemas operativos se están haciendo obsoletos más rápido que antes?
Las empresas que hacen software lo saben, todo producto terminado es por definición obsoleto. Y aunque todo aquel que programa sabe que cuando pone el punto final a un programa, éste podría tener una serie de opciones nuevas que no se pusieron por todo tipo de razones, lo deja siempre para la siguiente versión. De acuerdo con la naturaleza del software que se ha escrito, las revisiones y mejoras a un programa pueden hacerse probablemente a los seis meses o quizás un año. Debido a como se mueve el software, los ciclos de mejoras y de nuevas versiones parecen estarse haciendo en cada vez menos tiempo.
Y esto parece estar pasando con Microsoft y su producto Windows. Hace unos pocos años salió Windows 7, el cual parecía ser una mejor versión que Windows Vista, que fue muy criticado, aunque en mi opinión, la versión 7 era un Vista ligeramente modificado. De hecho, ninguna empresa comienza ninguna versión de cero, sino que toma lo mejor de lo anterior y modifica lo que no parece servir. Y la versión 7 ha resultado bastante estable pero ya Microsoft estaba con Windows 8 y su nueva interfaz gráfica. El caso es que empezaron a salir computadoras con Windows 8 y sorpresa, el botón de inicio había desaparecido. Mala idea porque es difícil cambiar las costumbres a los usuarios de tantos años. Finalmente Microsoft tuvo que conceder que no se podía deshacer fácilmente de este famoso “botón de inicio” y lo reincorporó en la versión 8.1.
Windows 8 de hecho, no es tan diferente a la versión 7. Si no fuese por la interfaz con mosaicos “tiles”, parecería que tenemos la vieja interfaz funcionando. En un evento de Microsoft me tocó ver cómo hacían ciertas apps para Windows 8 usando esta idea de los “tiles” y era sorprendente realmente, pues en pocas líneas de código hacían cosas muy simpáticas, pero… ¿esto era suficiente argumento para hacerse de Windows 8? Mucha gente pensó que no, y se mantuvieron en la versión 7. De hecho, hay quienes usan aún Windows XP, el cual para las necesidades y posibilidades del hardware actual ya parece realmente insuficiente y habría que pensar en migrar pero bueno, eso es decisión de cada quien porque al migrar, el primer efecto es que muchos programas no funcionan o tienen dificultades para funcionar como antes lo hacían.
Ahora Microsoft está por sacar su versión 9 de Windows y dicen que anunciarán la misma el 30 de septiembre. ¿Cuál será la reacción del consumidor en esta plataforma? Es difícil saberlo, sobre todo porque hay opiniones que caen radicalmente entre dos polos: muy buen y muy mal producto. ¿Hay una necesidad de sacar la versión 9 ya cuando de hecho la 8 no ha dado tan buenos resultados en adopción del nuevo sistema pues en términos generales, lleva más tiempo adoptar una nueva versión del sistema operativo que la adopción a una nueva versión de cualquier otro programa?.
¿Qué tanto más podrá hacer la nueva versión para convencer?
Razones para que Microsoft saque ya una nueva versión de su Windows habla de lo que algunos han llamado la obsolescencia programada, pero en el caso de Windows 8, ¿alguien piensa que es una versión obsoleta? A mí me parece que no. Es un hecho que una empresa como Microsoft, que vive de generar mucho dinero con las ventas de sus productos de software, busque que los usuarios sigan adquiriendo las nuevas versiones. Saben muy bien que en esta industria nadie puede quedarse quieto porque sino, se lo comen los competidores. Y Microsoft, en todos estos años, ha demostrado que no se duerme jamás en sus laureles y por ello saca versiones nuevas de Office, o de sus sistema operativo Windows, cada vez con menos tiempo entre versión y versión. Sin embargo, no sé si se están acercando al límite de los propios usuarios que con razones propias, decidan que Windows 9 o como llegue a llamarse está saliendo demasiado pronto.
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