Hace sólo unos años, HTC fue el primer fabricante en traer al mercado smartphones con el nuevo sistema operativo de Google, Android. Se trataba del HTC T-Mobile G1, que en la mayoría de países se denominó HTC Dream. Muy poco después añadiría el HTC Magic a su catálogo.
El haber llegado por delante de sus competidores y su gran conocimiento del mercado de los smartphones en el que, bajo marcas como Qtek, fue uno de los primeros fabricantes en establecerse, permitió a la compañía desarrollar los dispositivos Android más populares durante varios años. Tanto es así, que Google eligió a la compañía taiwanesa para desarrollar el primer smartphone que llevaría su marca, Google Nexus One.
Sin embargo, y a pesar de que HTC ha sido capaz de seguir presentando móviles tan bien resueltos como HTC One y de estar ampliando sus oportunidades de crecimiento, al apostar tanto por Android como por Windows Phone, sus resultados han ido empeorando en muy poco tiempo.
Varios expertos económicos han analizado el fenómeno de una empresa tecnológica que, pese a disponer de productos que pueden competir de tú a tú con los líderes del sector, y de haberse ganado recomendaciones por parte de los analistas, ve sus ingresos reducirse trimestre a trimestre. Son interesantes los gráficos que publica el experto Benedict Evans, y que muestran una caída de los ingresos de la compañía hasta niveles similares a los de principios de 2010. Justo antes del boom que hizo de los smartphones el producto tecnológico de moda que es ahora.
El segundo gráfico interesante, elaborado por Sameer Singh (Tech Thoughts), explica cómo han evolucionado la producción de smartphones y la cuota de mercado de la compañía. El 12% de los smartphones comercializados en el segundo y tercer trimestres de 2011 estaban fabricados por HTC. A partir de ahí, la caída es tan pronunciada que, en el primer trimestre de este año, esa cuota se reduce a un 2%. Aunque no está en el gráfico, son niveles parecidos a los que presentaba la compañía en 2007.
Por último, está el valor bursátil de la compañía. Con estos resultados cabe esperar que haya experimentado fuertes bajadas en Bolsa y, en efecto, así es. El valor de la compañía no es una sexta parte del que era hace sólo dos años, estando incluso por debajo del pico que experimentó en su momento de máximo esplendor gracias a los terminales Android más punteros.
Es evidente que HTC no puede continuar en esta línea y, por eso, se baraja la posibilidad de que la solución pase por aliarse (o fusionarse) con alguna otra empresa. Algunos analistas ven la mejor opción en las compañías chinas (ZTE y, sobre todo Huawei y Lenovo), algo que sería difícil debido al clima político entre la China continental y Taiwan. Otras posibilidades más esotéricas pasarían por aliarse (o comprar) las dos compañías de cuyo futuro más se ha especulado en los últimos tiempos: la canadiense RIM (propietaria de la marca Blackberry) y, sobre todo, la finesa Nokia. Suena a encaje de bolillos corporativo, pero desde que Lenovo compró la división de portátiles de IBM en 2005 las compañías chinas han demostrado su vocación de ser compañías con vocación internacional en todos los frentes.
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