La fuente de esta noticia es nada más y nada menos que Ben Vanik, ingeniero de software y responsable de la codificación de los emuladores de PSP y Xbox 360.
Así, y tal y como anticipa el título, los emuladores de Xbox One y PS4 podrían llegar en un año, gracias al salto a la arquitectura x86 que como sabemos ha dado la nueva generación de consolas.
Dicha arquitectura facilita enormemente el trabajo, puesto que no es lo mismo partir de una cierta base común que de una totalmente diferente y lejana, como es el caso del corazón PowerPC de Xbox 360 o del chip Cell de PS3.
Pero esto no es todo, ya que el cambio de arquitectura no sólo permitiría un desarrollo más sencillo, sino que además el funcionamiento del mismo sería más fluido, sin necesidad de incrementar enormemente los requisitos, algo que viene siendo una constante en los emuladores de otras consolas.
Con todo tened en mente que antes de que se ponga en marcha el desarrollo de ambos emuladores las consolas tienen que ser hackeadas, así que de momento ninguno de los dos está en marcha.
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