Una de las ventajas de tener Android es la posibilidad de personalizar tu teléfono inteligente. Pero esa facilidad también permite que muchas aplicaciones puedan darse el lujo de abusar de los recursos del sistema. Sin embargo, hay varias soluciones para estabilizar la plataforma y aprovechar el hardware para que el dispositivo corra mejor.
Acá unos pequeños consejos para sacarle todo el jugo a tu celular. Si tienes un dispositivo nuevo, verás un incremento en la velocidad de respuesta, y si tu equipo es más viejo verás una mejora considerable en el tiempo de respuesta y por qué no, una segunda vida.
1.- Desinstala las aplicaciones que no usas y mueve las que usas a la tarjeta microSD
Una de las formas más fáciles de acelerar tu dispositivo es desinstalar las aplicaciones que no usas. Casi todos los teléfonos Android tienen dos memorias: la interna y la adicional que el usuario le agrega con tarjetas microSD. El sistema usa la memoria interna para guardar las apps y también para algunos archivos claves del sistema. Cuando esa memoria está llena, Android no tiene tanta facilidad para maniobrar con la memoria, lo que seguramente le pondrá freno a la velocidad del sistema.
¿Qué se puede hacer? Lo más fácil es desinstalar las aplicaciones que no usas. A veces se bajan juegos pesados que se dejan de usar en algún momento. Lo mismo ocurre con aplicaciones que eran llamativas en el pasado, pero que dejaron de hacer parte de la vida cotidiana del usuario. A veces cuesta trabajo borrar aplicaciones, sobre todo aquellas pagas. Sin embargo, cabe recordar que una vez pagues, la aplicaciones siempre quedarán en la nube. Para volverlas a usar, solo tienes que instalarlas.
Hay varias formas de borrar apps. Puedes ingresar a Google Play Store y proseguir al menú de la parte superior izquierda. Ahí encontrarás la opción de ‘Mis aplicaciones’, donde puedes ver cuáles tienes instaladas. Selecciona la adecuada y toca la opción para desinstalar.
También lo puedes hacer por medio del sistema. Ve a Configuraciones, busca la opción de aplicaciones y podrás ver todas las que están instaladas y que están en ejecución. Selecciona la que quieres eliminar, toca sobre ella y verás la opción de hacerlo. Como cada skin de Android es diferente, el proceso podría cambiar un poco.
Otro truco interesante es mover las aplicaciones que lo permiten a la tarjeta microSD. Algunas apps requieren ser instaladas en la memoria principal del equipo, pero otras sí permiten ser alojadas en la externa. Esto se puede hacer siguiendo el mismo camino para borrar una app. La única diferencia es que cuando llegues a la pantalla para borrar la app, hay una opción que dice ‘mover a la SD’.
2.- Instala un nuevo ‘launcher’
Android es un sistema con varios módulos que encajan, pero que también se pueden cambiar. Uno de estos es el ‘launcher’, que se encarga de la interfaz principal y de lanzar apps. El SO de Google permite cambiar el ‘launcher’, algo que puede darle un toque de velocidad extra a tu teléfono.
De acuerdo con Laptop Magazine, uno de los launchers más rápidos se llama Lightning Launcher Home, que vale tres dólares. Con esta app instalada y seleccionada, el sistema será un poco más veloz, ya que reduce las animaciones que tienen otros launchers y acelera el proceso de abrir aplicaciones.
Hay otros que también te permiten personalizar la interfaz principal y acelerar el teléfono. Nova Launcher, Go Launcher Ex y Apex Launcher permiten cambiar las transiciones, escoger la configuración y personalizar otros aspectos para tener un teléfono más rápido y, en algunos casos, una interfaz más bonita.
3.- Deshabilita las animaciones del sistema
Si no quieres bajar un launcher y prefieres quedarte con el que viene predeterminado, es posible que el sistema sea más rápido haciendo unos pequeños cambios en las configuraciones.
Hay algunas opciones que están deshabilitadas en el menú de configuraciones, ya que son principalmente para los desarrolladores. Sin embargo, con estas configuraciones escondidas se puede mejorar el rendimiento del sistema. Primero hay que habilitarlas. Cada skin tiene diferentes formas de hacerlo. Busca en Google cómo hacerlo para tu equipo (por ejemplo hay que buscar: opciones para desarrollador Samsung Galaxy S5). Una vez habilites las opciones de desarrolladores, puede ingresar a ese menú y buscar las animaciones y transiciones. Ahí puedes apagarlas o hacerlas más rapidas.
4.- Maneja los datos y las notificaciones con inteligencia
Algunas aplicaciones tienen que dejar procesos abiertos para estar sincronizadas. Sin embargo, con un manejo inteligente de estas apps, es posible lograr un leve incremento en rendimiento y en duración de pila.
Aunque el celular se ha vuelto para muchos una herramienta fundamental de vida, no todas las aplicaciones necesitan tener la compuerta abierta para recibir notificaciones. Por ejemplo, puedes ahorrar recursos configurando que Facebook, Pinterest o Instagram solo se actualicen cuando la abras.
Solo tú sabes bien cuáles son las apps que requieren estar todo el tiempo conectadas a internet. El correo del trabajo es una de ellas, en mi caso. Cuando solo unas pocas aplicaciones reciben datos constantemente, puedes optimizar tu equipo, ahorrar batería y consumir menos datos de tu plan.
5.- Limpia el caché de las apps
Otro de los trucos que puedes ejecutar para acelerar tu teléfono es limpiar el caché de las apps. A medida que cada aplicación va andando, va dejando ‘migajas’ en la memoria del sistema. Estos archivos temporales van obstruyendo la memoria y desacelerando todo el sistema.
Para borrar el caché de las apps puedes instalar una aplicación como App Cache Cleaner, o hacerlo desde la configuración de Android. Para hacerlo, sigue el mismo proceso para desinstalar aplicaciones, solo que en el último menú, debes presionar el botón virtual para limpiar el caché.
6.- NO instales un task killer. Hazlo manualmente y hazlo bien
Uno de los grandes debates sobre Android es la eficiencia de apps para ‘matar’ procesos y aplicaciones. Estas apps se basan en la cantidad de RAM que usan los diferentes procesos que están corriendo. Sin embargo, para saber por qué no debes instalar un ‘task killer’, hay que entender un poco como funciona el RAM de un teléfono.
La memoria RAM es la que usa el celular para alojar las aplicaciones y los procesos más recurrentes. Cuando comenzó Android, los desarrolladores no tenían tantas herramientas y experiencia para manejar adecuadamente la memoria. Por lo tanto, cuando el usuario salía de una app, ésta no necesariamente soltaba el RAM que estaba usando. Entonces, al tener muchas apps corriendo, el RAM se sobrecargaba y el teléfono se trababa.
Ahí aparecieron los ‘task killers’, que cierran a la fuerza las aplicaciones. Sin embargo, a medida que Android fue evolucionando y los desarrolladores fueron adquiriendo experiencia, el manejo del RAM mejoró considerablemente. Ahora, un videojuego que consume mucha memoria -por ejemplo- la puede liberar cuando se cierra. Por otro lado, una aplicación de mensajería liviana como WhatsApp puede quedarse en la RAM, porque es reiterativa y no ocupa mucho espacio.
Es mejor cerrar manualmente las aplicaciones. Sin embargo, debes tener claro que a veces es mejor dejar una corriendo en el segundo plano que cerrarla. El ejemplo de WhatsApp es perfecto: tiene una huella en el RAM tan pequeña, que es más eficiente dejarla abierta que cerrarla y volverla a abrir. En cambio, sí es mejor cerrar un juego pesado, como ‘Plants vs Zombies’, si lo vas a dejar de jugar por un tiempo.
Solo debes tener un poco de sentido común y darte cuenta de tus hábitos de uso. Si usas Facebook todo el día, déjala sincronizar los datos constantemente y no la cierres. Pero si solo miras Facebook por la noche, lo mejor es cerrar la aplicación después de usarla.
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