Android crece de manera incontrolada.
Android es el líder mundial de los sistemas operativos para smartphones. Actualmente, Android acapara el 84,6 por ciento de los móviles inteligentes, en el último año ha crecido 4,4 puntos, y va a seguir haciéndolo; los analistas prevén que sus usuarios van va a duplicarse en pocos años. En estos últimos doce meses Android ha prosperado a costa de sus principales competidores. Apple iOS, que ahora tiene un 11,9 por ciento del mercado, ha perdido 1,5 puntos, y Microsoft Windows Phone (con un 2,7 por ciento de cuota) ha caído un 1,1 puntos. De todos modos es BlackBerry quien más a cedido (1,8 puntos) para quedarse en el 0,6 por ciento de los smartphones, según el último informe de Strategy Analytics. En cambio, el resto de sistemas operativos para móviles minoritarios mantienen, en conjunto, la misma presencia.
El dominio apabullante del sistema operativo que patrocina Google no es tan homogéneo como parece. Lo que comúnmente se conoce como Android abarca una realidad compleja. Android está muy fragmentado, en el sentido de que coexiste una amplia variedad de versiones del operativo. La versión más reciente, la 4.4 o KitKat, no es la más difundida, porque está en una quinta de los dispositivos; la mayoritaria (con más de la mitad de los dispositivos) sigue siendo Jelly Bean. Dejando a un lado la fragmentación, existe otra cuestión problemática para Google, es el llamado Android bifurcado, una modalidad del operativo que proporciona más libertad a los fabricantes de móviles para modificar el software del dispositivo.
Android es un sistema operativo basado en Linux de código abierto pero que en la mayoría de los dispositivos mantiene elementos que son propietarios. En la práctica, está disponible en dos modalidades: certificado y bifurcado. La primera, Android certificado, incluye aquellos dispositivos móviles cuyos fabricantes han firmado las condiciones dela alianza Open Handset Alliance (OHA). Es la preferida de Google, porque le proporciona más control e ingresos. Las condiciones limitan las posibilidades de personalizar el software del dispositivo y obligan a incluir en los móviles determinados servicios móviles de Google, que son de pago para los fabricantes. En cambio, Android bifurcado son aquellos dispositivos amparados bajo el proyecto Android Open Source Project (AOSP), que es más barato para los fabricantes y ofrece una mayor flexibilidad para diseñar las interfaces de usuario e incluir servicios, aunque manteniendo la compatibilidad con las aplicaciones de Google.
Android bifurcado o dispositivos AOSP representa una amenaza para Google, porque la experiencia de sus servicios deja de ser central en esos móviles. El mercado de los smartphones está madurando, y en ese contexto los modelos con Android bifurcado están proliferando, sobre todo gracias a los fabricantes chinos e indios de móviles. Según el último informe de mercado de ABI Research, la quinta parte de los smartphones tiene Android bifurcado o AOSP, y su difusión ha aumentado un 20 por ciento en el último trimestre. Ciertamente, los móviles con Android certificado o OHA todavía conservan una cuota del 65 por ciento del mercado. Sin embargo, el fenómeno de los smartphones con Android bifurcado está en expansión, y no solamente en países emergentes como China o India, sino que está conquistando toda Asia y más allá. Afecta a terminales de precio ajustado, pero también a productos de gama media, sobre todo de Xiaomi y Gionee.
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