Instalar Windows 8.1 Preview, puede traer graves consecuencias.
Entre las cosa negativas que encontré en su momento están:
- Windows 8.1 Preview tarda casi dos horas en instalarse, y no se puede desinstalar.
- En las pruebas he sufrido varios bugs serios que desaconsejan instalarlo en equipos de trabajo, al menos de momento.
- En su momento NVIDIA no había nuevos drivers para Windows 8.1 pero ya se encuentran disponibles mediante Windows Update.
Hace poco comentaba sobre el lanzamiento oficial de Windows 8.1 Preview, después de probarla exhaustivamente durante 24 horas, he sufrido algunos bugs serios y muchas incomodidades que desaconsejan instalar esta versión en equipos de trabajo o en lugares en donde sólo exista un único PC. Además, hay que tener en cuenta que no se puede desinstalar.
La instalación de Windows 8.1 Preview se completó sin incidencias, pero es una operación larga y pesada, que puede llevar fácilmente una o dos horas, incluso en equipos potentes. Microsoft aconseja crear una unidad USB de recuperación, por si algo falla. Después debes descargar un archivo de actualización de 15 MB, que instalas manualmente. Tras el reinicio del equipo, accedes a la Tienda Windows y aquí aparece Windows 8.1 Preview listo para descargar. La descarga ocupa 2,44 GB que bajan lentamente, pero por suerte puedes hacer otras cosas mientras esperas. Al terminar comienza la instalación, reinicios incluidos. Tras completarla, obtendrás Windows 8.1 en tu sistema. Pero aún no hemos terminado. Aunque en las instrucciones no se comenta, es imprescindible arrancar Windows Update para descargar varias actualizaciones adicionales.
Windows 8.1 Preview ofrece lo prometido: el Botón de Inicio, Pantalla de Bloqueo personalizable, nuevas herramientas y funciones... Y también lo que nadie nos contó: unos cuantos bugs.
Al principio los problemas más evidentes derivan de la ausencia de los controladores gráficos adaptados. NVIDIA prometió drivers específicos para Windows 8.1 disponibles en Windows Update el día del estreno, pero 48 horas después aún no estaban listos. Esto provoca que no se pueda acceder al Panel de Control de NVIDIA, así que no puedes controlar el color del escritorio, opciones 3D, etc, ya por suerte están disponibles t por lo menos solvente el inconveniente.
Durante el uso del sistema he sufrido varios bugs que me han obligado a reiniciar: el ratón apunta 10 centímetros más lejos de donde está el cursor, las ventanas no se maximizan, quedándose en mitad de la pantalla, los iconos del escritorio se vuelven inaccesibles, los enlaces directos de la barra de tareas no funcionan...
Microsoft está lanzando actualizaciones y seguramente los nuevos drivers de NVIDIA solucionan la mayoría de estos problemas, pero mi consejo, al menos durante los primeros días, es no instalar Windows 8.1 Preview en equipos de trabajo o si no existen otros equipos alternativos. Tal como he comentado, no se puede desinstalar.
¡Tu decides si quieres asumir el riesgo!
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