martes, 20 de agosto de 2013

Darknet, un submundo oscuro, dentro de Internet.

Darknet, un submundo oscuro, dentro de Internet.
 

Hay un lugar escondido detrás del Internet que utilizas todos los días. Es un submundo oculto donde solo acceden los hackers y activistas políticos más audaces. Claro, con la ayuda de software secreto especialmente diseñado. Allí, encontrarás una sociedad que se esconde intencionadamente en los puntos ciegos de los motores de búsqueda. Algunos lo llaman el Darknet y dicen que son difíciles de alcanzar.

Qué es el Darknet
El término Darknet se ha relacionado con pequeños huecos dentro de la “Deep Web”, un término que define cualquier programa, persona o cosas conectadas a la red que no es detectable por los principales buscadores.

La Darknet deliberadamente se oculta de los buscadores Web y de los curiosos que lleguen ahí por casualidad. En ella se ocultan información cifrada con un software especializado que garantiza el anonimato entre los usuarios, así como los protocolos o dominios con los que nunca se tropieza un cibernauta promedio.

Tus posibilidades de encontrar estas redes clandestinas son prácticamente nulas, y mucho menos probable es que puedas ver los contenidos específicos en ellos, a menos que alguien que sepa la ruta te proporcione la dirección correcta. Como un buen ejemplo de esto es el reciente caso de la red Tor.
Consideremos a Onionland, el Darknet escondido dentro de la red protegida anónima Tor. (Dato curioso: el nombre Onionland rinde homenaje a Tor, que era originalmente un acrónimo de “El Router Cebolla (Onion).”)

Incluso los directorios principales no son totalmente confiables. Como un pantano, Onionland está cambiando constantemente, con servicios ocultos apareciendo y desapareciendo diariamente. Un montón de sitios listados en los directorios de Onionland ahora simplemente han desaparecido. Incluso los mismos directorios se cambian de URLs por sí mismos, y tienes que localizar su nueva ubicación.


Antes de que Tor se volviera popular, el sitio Silk Road vendía cínicamente todo tipo de drogas ilegales.
Otros sitios como Onionland son The Hidden Wiki, TorDir y TorLinks. Todos los directorios en Onionland se presentan en un tipo buscador con logo de cebollas, pero nunca funcionan correctamente. Puedes conseguir el link del sitio de búsquedas, pero cada vez se cambian las rutas de acceso.

Una vez que estás en un directorio, una cosa llega a ser abrumadoramente obvia: te encuentras con un montón de cosas sucias, francamente ilegales que ocurren dentro de Onionland. Rápidamente encontrarás enlaces de los estafadores de tarjetas de crédito, documentos y tipos de monedas, distribuidores de armas, mercados para cada vicio imaginable, todos los tipos de porno ilegal y repugnante, todo un paraíso para los hackers que se pueden conseguir debajo de la Web.


Dentro de Tor puedes encontrar todo tipo de material ilegal.
Pero esto no es toda la repugnancia que te puedes encontrar ahí dentro. Para esto debes de ser inteligente sobre tu navegación, recuerda la naturaleza anárquica de Onionland.
Para mantenerte un poco protegido del Darknet, primeramente no tienes que hacer clic en algo que no quieres. Aunque es poco probable que tropieces con cosas cuestionables de este tipo a menos que te dediques específicamente a buscarlo, más vale que no des clic a algo que desconoces su procedencia.

El lado positivo de Darknet
Pero el mismo anonimato que hace del Onionland un paraíso para los traficantes de armas y pervertidos también hace que sea un refugio para una causa más noble: libertad de expresión.


Muchos países carecen de un equivalente a la Primera Enmienda de los Estados Unidos, misma que expresa el derecho de todos para poder hablar libremente sin temor a la censura o la persecución. Según el Tor Project, los servicios ocultos en el anonimato han sido un refugio para los disidentes en Líbano, Mauritania y Naciones Árabes; manteniendo blogs en países donde el intercambio de ideas está mal visto; y sirvió como espejo para sitios como GlobalLeaks, Indymedia y, desde luego, Wikileaks.

Strongbox, un servicio de anonimato de The New Yorker basado en Tor, le permite a los denunciantes de forma anónima y segura comunicarse con la revista. El Tor Project ofrece líneas de queja segura, y que algunos militares incluso utilizan para crear el comando seguro en línea y centros de control.


Adéntrate en el Darknet, y encontrarás una red de servicios dedicados a la difusión de lo que es: herramientas de mensajería segura y uso compartido de archivos, bibliotecas repletas de literatura política, tableros anónimos dedicados al debate inteligente y mucho, mucho más. Incluso encontrarás un espejo totalmente anónimo para el motor de búsqueda de DuckDuckGo, en caso de que te preocupará el hecho de que Google o Microsoft estén mirando sobre tu hombro mientras navegas en la red.

Y esas son todas las cosas que puedes encontrar a través de los directorios principales. Imagina los secretos que fluyen cuando te decides ir aún más dentro, más allá de las señales y fuera de enlaces.

En el corazón de Onionland: Tor
Evidentemente, la tecnología de Tor está diseñada para permitirte navegar anónimamente, cifrando tus peticiones de conexión y rebotándolos a través de varias red “nodos” antes de finalmente comunicarse con el servidor Web que es su destino final. Cada nodo sabe solamente la identidad de los nodos que se conectan directamente, y cada “salto” entre nodos obtiene su propio conjunto de claves de cifrado.

Navegar a lo largo de tantas conexiones hace que la navegación sea lenta, pero mientras eres lo suficientemente inteligente como para tomar precauciones adicionales, Tor es una forma particularmente segura para navegar anónimamente en línea.
La Red de Tor no sólo le ofrece anonimato a los internautas, también ofrece anonimato a los servidores de Web, en forma de servicios ocultos.

La tecnología detrás de los servicios ocultos de Tor es compleja. En pocas palabras, les da un lugar a los sitios para esconderse dentro de la red Tor, dándoles una representación tanto de servidor y huésped completamente anónimos. Un sitio web con un servicio de Tor es accesible sólo cuando estás conectado a la red Tor. Si no estás conectado a Tor, no se obtiene nada. El pseudo-dominio de servicios ocultos, .onion, no puede ser localizado por los servidores DNS de Internet Core, y las URLs de servicio oculto son 16 caracteres alfanuméricos generadas en un orden aleatorio y de manera automática por medio de un software de criptografía pública cuando se crea el sitio.
No hay posibilidad que tú, o Google, tropiecen con este sitio por accidente, o cualquiera alojados en tecnologías como I2P o Freenet.

Un poco de seguridad
Una vez que hayas descargado el paquete del navegador Tor, tienes todo lo que técnicamente necesitas para sumergirte en Onionland, pero hablemos de precauciones primero. Pero no querrás adentrarte en el Darknet sin estar preparado; un montón de gente con conocimientos informáticos, potencialmente maliciosos están por ahí.

En primer lugar, date cuenta de que Tor por sí solo no es suficiente para proteger tu privacidad. Asegúrate de desactivar JavaScript y no configures el navegador para aceptar cookies o para ejecutar complementos.

Y aunque probablemente no es necesario decirlo, no compartas ninguna información personal con nadie, ni en cualquier sitio en el Darknet. Esto incluye la reutilización de contraseñas que se utilizan en los sitios Web convencionales, como tus redes sociales, ni divulgues información alguna de tu tarjeta de crédito. Bitcoins son la moneda preferida de este salvaje oeste computarizado.

Hablando de esto, debes ser muy cuidadoso al vender tus dólares digitales. El anonimato de Bitcoins en el Darknet hace de Onionland un refugio para los estafadores.
Finalmente, considera visitar Onionland desde una máquina virtual para proteger tu PC real del daño si es que te logra alcanzar algo o alguien malicioso. Sería buena idea que antes de adentrarte a Tor hagas una copia de seguridad de sistema operativo.
Esto es serio, no se metan en la oscuridad de Darknet sin tomar las precauciones de seguridad adecuadas.

Con toda probabilidad, nunca tendrás que aventurarte en la parte oscura de la Web. La Web tradicional contiene todos los servicios y herramientas que la persona promedio podría desear. No encontrarás ningún servicio de video streaming o redes sociales o sitios web corporativos u otros elementos mainstream enterrados en las profundidades de la Web, y el Darknet está plagado de hackers esperando a los novatos bajen la guardia.

Pero si alguna vez necesitas la protección frente los medios de comunicación y cierto anonimato, a un nivel de protección que la web simplemente no puede proporcionar, entonces descansa tranquilo. Todos tienen una voz en el Darknet, en las profundidades donde incluso los más astutos de Google temen entrar.

 

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