jueves, 3 de abril de 2014

¿El futuro de los discos duros está en los nano materiales?.

¿El futuro de los discos duros está en los nano materiales?.



Con el transcurrir del tiempo, se ha avanzado enormemente en la tecnología de los discos duros, su rapidez, capacidad y confiabilidad ha crecido logarítmicamente desde mi primer disco duro de 5 1/4” y 20 MB. El asunto es que todavía siguen enfocados en el almacenamiento magnético, además del mecanismo mecánico el cual pienso que no puede competir con los discos de estado solido en cuanto a velocidad, si se invirtieran esfuerzos para aumentar la capacidad de los discos SSD y colocarlos a la par de los mecánicos, eso si seria un buen salto, claro está, equiparando los precios de ambos ya que un disco SATA 3 de 2 TB cuesta aproximadamente $76, más o menos lo mismo que un disco SSD de 128 MB ya que un disco SSD de 1 TB puede rondar los $240 y uno de 2 TB puede pasar los $8.000, como verán, los precios son algo prohibitivos.

El futuro de los discos duros

Un equipo de físicos ha creado un nuevo tipo de nano material que cambia dramáticamente de estado magnético cuando se calienta o se enfría ligeramente. Este efecto, que jamás había sido en visto en ningún material, podría conducir a la creación de nuevos tipos de memoria informática: los discos duros del futuro.

La coercitividad magnética, que mide la resistencia de un material ferromagnético a ser desmagnetizado, divide los materiales en duros o blandos desde el punto de vista magnético. Los blandos se encontrarían en dispositivos de microondas u ondas lectoras magnéticas; y los duros, los encontraríamos en discos duros o medios de grabación magnéticos. Pero la coercitividad también depende de la temperatura. Aunque por lo general ésta cambia gradualmente cuando la temperatura del imán sube o baja, el nuevo material desarrollado por el equipo de físicos de la Universidad de California (EEUU) pone en duda esta afirmación.

Este nuevo nano material está compuesto de níquel y óxido de vanadio, y tras varios cambios drásticos de temperatura, llegando hasta los -153 grados centígrados, comprobaron que con cada cambio la coercitividad del material cambiaba de forma contundente (y no gradual). El índice de subida de coercitividad magnética de este material fue el más alto que se ha visto en ningún componente hasta la fecha, dentro de una gama de temperaturas similares.

El trabajo, que ha sido publicado en la revista Applied Physics Letters, vaticina que este hallazgo podría sentar las bases de los discos duros del futuro. Un disco que mantendría sus elementos de memoria a una temperatura de alta coercitividad la mayoría de las veces y que se calentarían ligeramente para reescribir sobre él, lo que conduciría a una gran mejora en este tipo de componente informático.

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